Hemos pasado unos días de vacaciones en el sur y hemos tenido que cruzar la península. El viaje estaba yendo sin complicaciones, aunque la temperatura era muy baja, hasta que al irnos acercando al centro nos dimos cuenta de que el invierno todavía no se había ido. Al llegar a Somosierra, nos encontramos hasta con carámbanos que colgaban de los aleros.
En cuanto seguimos camino y descendemos en altura, la nieve desaparece.
Nos vamos a desviar un poco para visitar un lugar que me han aconsejado: Patones de Arriba. Es un pueblecito de la Comunidad de Madrid lleno de rincones con encanto y, a pesar de su tamaño, con muchos restaurantes donde comer.
Cuando salimos, después de comer, ha empezado a nevar ligeramente.
Me entretengo por el camino intentando fotografiar aquello que capta mi atención.
Y volvemos a toparnos con la nieve. Ha sido la causante de un accidente de tal calibre que provoca una retención que nos mantiene parados casi una hora.
Más tarde un extraño vapor surge de la tierra. No sé a qué se debe porque hoy el termómetro no subirá de 7 grados en todo el camino.
Llegamos a Castilla la Mancha, la patria de Don Quijote y los molinos de viento.
Empieza a bajar la luz y guardo la cámara porque no tiene sentido sacar fotos rápidas con tan poca luz, saldrán todas movidas.
Un viaje que podía haber durado unas diez horas, entre la parada en Patones de Arriba, las retenciones y el mal tiempo, nos ha llevado casi trece, pero ya hemos llegado. Estamos cerca de Granada, a más de 850 Km de casa.
Más información sobre Patones de Arriba:
http://www.patones.net/
En cuanto seguimos camino y descendemos en altura, la nieve desaparece.
Nos vamos a desviar un poco para visitar un lugar que me han aconsejado: Patones de Arriba. Es un pueblecito de la Comunidad de Madrid lleno de rincones con encanto y, a pesar de su tamaño, con muchos restaurantes donde comer.
Cuando salimos, después de comer, ha empezado a nevar ligeramente.
Me entretengo por el camino intentando fotografiar aquello que capta mi atención.
Y volvemos a toparnos con la nieve. Ha sido la causante de un accidente de tal calibre que provoca una retención que nos mantiene parados casi una hora.
Más tarde un extraño vapor surge de la tierra. No sé a qué se debe porque hoy el termómetro no subirá de 7 grados en todo el camino.
Llegamos a Castilla la Mancha, la patria de Don Quijote y los molinos de viento.
Empieza a bajar la luz y guardo la cámara porque no tiene sentido sacar fotos rápidas con tan poca luz, saldrán todas movidas.
Un viaje que podía haber durado unas diez horas, entre la parada en Patones de Arriba, las retenciones y el mal tiempo, nos ha llevado casi trece, pero ya hemos llegado. Estamos cerca de Granada, a más de 850 Km de casa.
Más información sobre Patones de Arriba:
http://www.patones.net/
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