Acabo de terminar el libro “El secreto” de Byrne Rhonda y no sé muy bien cómo catalogarlo. Tengo el recuerdo de otro “La enzima milagrosa”de Hiromi Shinya que me dejó una sensación similar y de algún otro más que no recuerdo. A mi parecer, comparten algunos rasgos que paso a señalar:
- El mensaje podría resumirse en muy pocas líneas pero parece que es necesario llenar muchas más para que pueda ser considerado un libro, pues de lo contrario sería un cuento, por lo que se dan vueltas y más vueltas alrededor de la idea central… O quizá sea una estrategia para convencer, insistiendo una y otra vez con pequeños matices diferenciadores.
- La noción que se quiere transmitir se identifica con alguna palabra sugerente, intrigante o mágica como puede ser “secreto” o “enzima prodigiosa”.
- En el caso de “El secreto” se plantea un complot histórico porque sugiere que, durante siglos, ha habido personas que lo conocían pero se lo han guardado para sí aunque no aporta ninguna prueba. Después de leer el libro no me queda demostrado que esas personas realmente creían en ese poder, ni que creyeran que funcionaría para todo el mundo, ni que a pesar de eso no lo transmitieran.
- En el de “La enzima prodigiosa”, en ningún momento demuestra la existencia de dicha enzima, simplemente cree que debería de existir y, a partir de ahí, habla de una hipotética enzima prodigiosa y de lo maravillosa que sería como si realmente existiera.
- Como muchas veces te vienen recomendados, te ves en la obligación de darles una oportunidad y, a pesar de que “chirrían” desde el comienzo, algunas personas, como yo misma (*), se lo leen completo. También sé de otras que al poco de empezar los han dejado porque les parecía una tontería.
Sin embargo, “El secreto”, aunque no consigue convencerme, me recuerda esa frase que dice “Ten cuidado con lo que deseas, no vaya a ser que se cumpla”. Así que me ha dejado con la idea de… ¿qué pierdo por intentarlo? Si encuentro un deseo que quiero de verdad y me focalizo en él… ¿Lo conseguiré? Me lo estoy pensando, quizá lo intente.
(*) Os he comentado más de una vez de mi dificultad para dejar los libros a medias.
- El mensaje podría resumirse en muy pocas líneas pero parece que es necesario llenar muchas más para que pueda ser considerado un libro, pues de lo contrario sería un cuento, por lo que se dan vueltas y más vueltas alrededor de la idea central… O quizá sea una estrategia para convencer, insistiendo una y otra vez con pequeños matices diferenciadores.
- La noción que se quiere transmitir se identifica con alguna palabra sugerente, intrigante o mágica como puede ser “secreto” o “enzima prodigiosa”.
- En el caso de “El secreto” se plantea un complot histórico porque sugiere que, durante siglos, ha habido personas que lo conocían pero se lo han guardado para sí aunque no aporta ninguna prueba. Después de leer el libro no me queda demostrado que esas personas realmente creían en ese poder, ni que creyeran que funcionaría para todo el mundo, ni que a pesar de eso no lo transmitieran.
- En el de “La enzima prodigiosa”, en ningún momento demuestra la existencia de dicha enzima, simplemente cree que debería de existir y, a partir de ahí, habla de una hipotética enzima prodigiosa y de lo maravillosa que sería como si realmente existiera.
- Como muchas veces te vienen recomendados, te ves en la obligación de darles una oportunidad y, a pesar de que “chirrían” desde el comienzo, algunas personas, como yo misma (*), se lo leen completo. También sé de otras que al poco de empezar los han dejado porque les parecía una tontería.
Sin embargo, “El secreto”, aunque no consigue convencerme, me recuerda esa frase que dice “Ten cuidado con lo que deseas, no vaya a ser que se cumpla”. Así que me ha dejado con la idea de… ¿qué pierdo por intentarlo? Si encuentro un deseo que quiero de verdad y me focalizo en él… ¿Lo conseguiré? Me lo estoy pensando, quizá lo intente.
(*) Os he comentado más de una vez de mi dificultad para dejar los libros a medias.
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