Al final de un libro

He dedicado más de un post a los libros y a las sensaciones que nos pueden quedar después de leer uno. He escrito muchos posts de los que me han gustado de alguna forma y pocos hablando, en general, de los libros que después de leer no puedes poner en ese mismo montón, que no puedes recomendar a los amigos,…
Con el último libro que he leído, y cuyo título no voy a citar (*), el final del libro ha supuesto una desilusión total. Yo tenía unas expectativas bastante altas porque el autor estaba avalado por un prestigioso premio. Estaba siendo agradable y relativamente fácil de leer aunque no sabía muy bien hacia dónde me quería llevar el autor. Empecé a preocuparme cuando quedaban pocas páginas para que terminara el libro y el desenlace se iba torciendo… y, de repente, llegó el final. Sorprendente, sí… pero ¿por qué?
Pienso en la historia y hay muchas cosas que no entiendo, muchas dudas que me han surgido en la lectura, como si se hubiesen dejado cabos sueltos en la historia y no como si me hubiese planteado dudas existenciales. Estaba siendo tan dulce… que no me entra en la cabeza ese final tan amargo. Quizá tenga que dejar reposar la historia y volver a pensar en ella dentro de algún tiempo…


(*) que no me haya gustado a mí no significa que no le vaya a gustar a otra persona y no quiero predisponer a nadie que lea este blog en contra de ningún libro ya que estoy totalmente a favor de la lectura